Definición
La succión se define como acción de chupar o aspirar mediante los labios y la lengua, por medio de la cual permite a los lactantes obtener su alimentación. Se trata de un instinto arcaico de medio de supervivencia.
Reflejo y desarrollo intrauterino
Definimos el término reflejo como la respuesta motriz, secretoria o nutritiva inmediata, independiente de la voluntad, provocado por un estimulo adecuado, pudiendo ser o no consciente. Se clasifican tres tipos de reflejos: reflejos normales (superficiales y profundos), reflejos patológicos y reflejos primitivos. Estos últimos se deben a la inmadurez del sistema nervioso del recién nacido y entre ellos se encuentra el reflejo de succión.
La succión del bebe aparece antes de que este nazca en su desarrollo intrauterino, aproximadamente en la semana veinte de gestación. La succión sigue a la deglución, que aparece en la semana dieciséis. Éste se define como acto reflejo y en parte voluntario con el que se da paso a las sustancias sólidas, líquidas o gaseosas que se encuentran en la boca hacia la faringe, el esófago y finalmente hacia el estómago. Así, los bebes aprenden a mamar en el útero de sus madres, primero deglutiendo el liquido amniótico y después succionando. Aunque los dos reflejos estén presentes en la semana veinte, no será hasta la semana treinta y dos que el bebe aprende a coordinar los dos. Por esta razón, los niños que nazcan antes de la semana treinta y dos tendrán serios problemas para alimentarse succionando ya que no tendrán desarrollada la capacidad de coordinar la succión, la respiración y la deglución.
Abordaje experimental de la succión
El reflejo de succionar ha sido foco de investigación por la ciencia y objeto de estudio en muchos experimentos. Según Blass y Teicher, el mamífero recién nacido es guiado hacia el pezón por estímulos olfativos, táctiles y gustativos. Tanto en humanos como en ratas, los estímulos olfativos son los principales determinantes de la conducta de succión durante los primeros días de vida (Varendi, Porter y Wimberg, 1994; Blass et al., 1977; Teicher & Blass, 1976; 1977). De hecho, los bebés humanos recién nacidos prefieren mamar de un pecho materno que no ha sido lavado y que mantiene su olor natural, antes que hacerlo del mismo pecho cuidadosamente lavado (Varendi et al., 1994).
En otro experimento se ha visto que en las primeras tres semanas de vida, la conducta de succión es desencadenada principalmente por estímulos sensoriales del ambiente (como el olor de la madre) y no por un estado fisiológico de hambre del bebé. Además, se ha visto que la ingesta de la leche materna no detiene directamente la succión, pero sí indirectamente como por ejemplo, induciendo adormecimiento o sueño (Rosemblat, 1979). De este modo, el estado de motivación interno no es un determinante de la conducta de succión hasta la tercera semana después del nacimiento. En un experimento con ratas donde se analizó el comportamiento de succión, cuando se les presentaba a ratas menores de dos semanas de vida la oportunidad de mamar de pezones nutritivos o no nutritivos, se mostraban indiferentes en la elección. La elección cambiaba en la segunda semana de vida, en la cual las crías de rata preferían el pezón que les proporcionaba leche (Kenny, Stoloff, Bruno y Blass, 1979). De estos datos se puede inferir que el reflejo de mamar de los recién nacidos tiene un carácter instintivo ya que no responde a ninguna necesidad fisiológica del neonato hasta la segunda semana. Parece ser entonces que el ser humano este programado para la subsistencia, por lo menos en sus primeros días.
Problemas de succión
Aunque se haya comentado anteriormente que succionar es innato en la especie humana, hay bebés que presentan dificultades para realizar la succión y el agarre al pecho, que tienen una succión ineficaz o que rechazan el pecho materno. Esto se debe a disfunciones de la succión, las cuales se dividen en dos categorías. Por un lado disfunciones primarias (motivos fisiológicos y motivos anatómicos) y por otro lado disfunciones secundarias.
Las disfunciones primarias se dividen en fisiológicas y anatómicas. Entre las disfunciones fisiológicas se encuentran los niños prematuros, los que tienen CIR (Crecimiento Intrauterino Retrasado) o los que han sufrido alteraciones neurológicas como síndrome de Down. Las disfunciones primarias anatómicas se deben a una asimetría mandibular o facial del bebé o frenillo lingual demasiado corto. Por otro lado, las disfunciones secundarias son provocadas por elementos ajenos al bebe que le modifican su patrón de succión. Los factores externos que pueden provocar disfunción en el bebé pueden ser los siguientes:
-Algunos estudios determinan que utilizar analgésicos en el parto puede producir succión desorganizada.
-Dolor al mamar por uso en el parto de fórceps o ventosa.
-Separación prematura de la madre de su bebé.
-Interferencias en los primeros días después del parto, pudiendo provocar confusión en el modo de succionar con uso chupetes, biberones mal administrados, pezoneras…
-Excesiva manipulación de los bebés forzados a mamar, estresados o demasiado “toqueteados”
Para finalizar, me gustaría recomendar un artículo para los que estéis interesados en el tema de la lactancia materna. Se llama “Posición, colocación y succión del bebé al pecho” y habla entre otras cosas de la importancia de la posición de la madre para la correcta succión del bebé y el máximo placer para la madre y asimismo, de la importancia del contacto “piel con piel” del recién nacido con el cuerpo de la madre.
*Link de descarga del pdf. del artículo mencionado: http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=succion%20incorrecta&source=web&cd=8&cad=rja&ved=0CFQQFjAH&url=http%3A%2F%2Fdialnet.unirioja.es%2Fdescarga%2Farticulo%2F1960008.pdf&ei=VGTPUNz1GMa2hAf9mYC4BQ&usg=AFQjCNEDsr3tkEHfiRoZd2XB3uWtfm-vbw&bvm=bv.1355325884,d.d2k
Itsaso Zabalo
estudiante de psicología de la upv cursando el practicum en izkali
estudiante de psicología de la upv cursando el practicum en izkali
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