La conciencia siempre es el primer paso en cualquier experiencia. El primer paso es darme cuenta de que “algo” me está haciendo daño. Hay dos tipos de estructuras egoicas que imposibilitan esta toma de conciencia.
En este sentido tenemos a los “Egos-uva pasa” y los “Egos-uva moscatel”. El primero no se entera de que le están haciendo daño porque está reducidito, empequeñecido. El segundo está insensibilizado, endurecido por exceso e inflación del Ego. Si no se enteran de cuando les hacen daño, tampoco se enteran de cuando lo hacen. Una vez que hemos tomado conciencia del daño.
En este sentido tenemos a los “Egos-uva pasa” y los “Egos-uva moscatel”. El primero no se entera de que le están haciendo daño porque está reducidito, empequeñecido. El segundo está insensibilizado, endurecido por exceso e inflación del Ego. Si no se enteran de cuando les hacen daño, tampoco se enteran de cuando lo hacen. Una vez que hemos tomado conciencia del daño.
La gestión se mueve en diferentes dimensiones:
Aguantar. Actitud pasiva y depresiva. El daño queda dentro y se transforma en una autoagresión. “tenía que haber dicho que no…”, “debería haber dicho lo que pienso…”, “es que yo no sé…”, “no sirvo para nada…"
Aguantar hasta que explotas. Masoquista. En esta línea de co-dependencia está el maltrato. Donde se provoca para poder explotar.
Venganza. Te tiene pendiente e invade tu vida en como devolverla. Todo pensamiento y acción se pone en relación al daño sufrido. Si se está mucho tiempo, una vez ejecutada la venganza, la vida puede perder parte de sentido.
Resentimiento. No hay venganza y desarrollamos una actitud hostil. Aguafiestas ante la vida, tendencia a amargarla. Es un odio que no se manifiesta abiertamente e impide la relación y el contacto. Es un rencor larvado.
Perdón. Requiere que te lo pidan. ¿Será capaz de darse cuenta de que me está perjudicando? Es muy importante que el otro entienda que me ha hecho un daño y que lo reconozca, y será solo entonces cuando uno puede decir te perdono. Hay gente que se ha aprendido lo del perdón, tanto para pedirlo como para darlo.
En la gestión del daño se pone de manifiesto el valor de uno. Se trata de reconocer que “yo existo y tengo un valor”. Hay que elegir entre estar donde me hacen daño o donde no. Cuando hablamos de la autoestima, nos referimos a esto de ir donde más me conviene y no donde menos me conviene.
Notas del Curso Básico de Gestalt impartido en octubre de 2012 por Juanjo Díaz y recogidas por Oihana Ozkariz.
Estos apuntes no son sistemáticos ni exhaustivos sobre el tema tratado; son notas extraídas de las explicaciones de un curso y deben tomarse en un sentido contextual, es decir, dirigidas a ese grupo concreto, a los alumnos que allí estaban con sus necesidades actuales, y enmarcadas en el trabajo realizado durante ese taller.
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