Ainara Campos Sierra
El Placer de estar VivosApoyo al tramiento y desarrollo de niñ@s con cáncer desde un aborgaje gestáltico y de integración psico-corporal
Enfoque Gestáltico
La Gestalt, palabra de origen alemán, significa 1. “forma”, es decir configuración de cuerpos y objetos, la estructura. 2. “formación”: conjunto de elementos que forman un todo. 3. “formador”, quien compone la nueva forma, que modela e induce a expresarse. , y 4. “especies”.
La teoría de la Gestalt primero fue una teoría psicológica y filosófica debida a Köler, Wertheimer y Koffka, a principios del S.XX. Esta teoría rehúsa aislar los fenómenos entre sí para explicarlos; por el contrario los considera conjuntos indisociables estructurados (la forma). Esta teoría ha permitido poner en evidencia las layes de la percepción.
El doctor Fredrich S. Perls, psicoanalista judío de origen alemán, introduce en la teoría psicoanalítica la aportación de la teoría de la forma. Así nace la terapia Gestalt.
Desde la guerra del 40-45, la terapia Gestalt se ha enriquecido con la contribución de filosofías orientales como el Zen, Budismo, el Tantrismo y las filosofías existencialistas.
Está basada en los siguientes principios: Aquí y ahora, Fondo-Forma, el Ciclo de Satisfacción de las necesidades, Polaridades, Gestalt pendientes o situaciones inconclusas. Se basa en la Relación dialogal, organismo-entorno, en la autorregulación organísmica, y en la experiencia, sentida.
Los preceptos gestálticos y los preceptos gestálticos para la sexualidad:
Preceptos Gestálticos:
Vive aquí y ahora: atenta en y al presente
Deja de imaginar, experimenta lo real
Abandona los pensamientos innecesarios, siente y observa
Exprésate, antes que manipular, explicar, justificar o juzgar
Entrégate al dolor y desagrado como al placer, no restrinjas tu darte cuenta
No aceptes ningún debería o tendría más que el tuyo propio, no adores a ningún ídolo
Responsabilízate plenamente de tus acciones, sentimientos y pensamientos
Acepta ser como eres
Aplicados a la Sexualidad:
Apuesta aquí y ahora por desplegar todo tu potencial sensorial, sensibilízate
Responsabilízate de cómo actúas
Abandona los deberías y vive lo que verdaderamente es
Sé consciente de tu cuerpo
Expresa tus emociones y tus límites ahora antes que manipular, justificar o juzgar
Abandona los pensamientos innecesarios, siente, vive y disfruta el momento
Responsabilízate de tus acciones, sentimientos y pensamientos
Pon toda la atención en ti y pide lo que necesitas
Acepta ser como eres.
La Sexualidad
Definición: Según Efigenio Amezúa, la sexualidad es: “la dimensión que cada cual da al hecho de ser sexuado, la cualidad propia de cada cual por razón de sexo”.
Todas las personas somos sexuadas, y en el transcurso de nuestra vida y evolución personal elaboramos nuestra propia sexualidad.
Fernando Barragán (1997) entiende la sexualidad como el desarrollo del ser humano desde lo físico, mental y lo personal de un cuerpo con características sexuadas.
Tiene que ver con nuestra forma de ser de estar en el mundo.
Algunas características de nuestro desarrollo evolutivo sexual
Etapa neonatal
Se le asigna al bebé un género (constructo social que determina que unos comportamientos, juegos, roles o vestimenta son propios de hombres y otros de mujeres) teniendo actitudes y conductas diferentes los progenitores en función de si es niña o niño. El niño/a ajustará sus conductas a las expectativas comportándose de manera diferencial.
Primera infancia
En esta etapa se establecen vínculos afectivos con sus referentes próximos, los cuáles generarán sentimientos de protección, la forma de llevar a cabo estos vínculos es a través de la comunicación íntima y el contacto corporal lo que irá generando un sentimiento de seguridad. Es en esta etapa cuando el niño empieza a reconocer y a expresar sus emociones. Tienen gran necesidad afectiva y buscan el placer como seguridad. Periodo autoerótico, se satisface en el propio cuerpo.
A partir del año y medio
Se adquiere una identidad sexual, el niño se autoclasifica como niño o niña.
De los 6 a los 12 años
La socialización ejerce una gran influencia. La asimilación de los modelos de hombre y de mujer condicionarán la forma de vivir la sexualidad, ya que en esta etapa el niño sigue con el proceso de interiorización de las pautas de conducta asociadas al sexo de asignación. Esta etapa es fundamental para la educación sexual.
La adolescencia
Se inicia con la pubertad, acompañada por cambios corporales. Se inician las primeras relaciones sexuales, aunque la práctica más habitual es la masturbación. Se inicia una intensa sexualidad y sentimientos relacionados que al ser expresados generan ansiedad, disgusto y rechazo en los adultos, y temor, culpa o vergüenza en los jóvenes. Esto induce al ocultamiento del sentir, que dificulta la comunicación y el desarrollo de una sexualidad bien orientada.
Etapa adulta
La sexualidad responderá a los patrones adquiridos en las etapas anteriores y por la influencia de la cultura.
Concluyendo, la sexualidad es:
El modo de vivirse, verse y sentirse como persona sexuada, el modo o modos con los que cada persona vivimos, asumimos, potenciamos y cultivamos. Por lo tanto la sexualidad no es un instinto; la sexualidad desde un punto de vista humano obliga a considerar a la persona en su totalidad. No podemos referirnos a ella en términos estrictamente biológicos o psíquicos, como si cada una de esas partes fuese independiente.
Por tanto:
- Hace referencia a la forma en que vivimos, nos desarrollamos y nos sentimos seres sexuados.
- Es inherente a las personas, es única.
- Incluye el sexo biológico, el género, la identidad y orientación sexual, el contexto sociocultural y la relación de afectividad.
- Se manifiesta en pensamientos, comunicación, fantasías, actitudes, deseos, emociones, placer, conductas y prácticas sexuales.
- No hay una forma de vivir la sexualidad, hay tantas sexualidades como personas que vivimos y desarrollamos la nuestra.
La sexualidad así concebida nos lleva a la capacidad de autorealizarnos y de amar.
Por tanto, abarca los niveles biofisiológicos, psicológicos, afectivos, sociales y espirituales de las personas.
El cuerpo y la sexualidad
Nuestra cultura a ha apostado por la separación de mente/cuerpo, como si fueran dos fuerzas diferentes y excluyentes. En la sociedad occidental el cuerpo es el gran olvidado. Al niño no se le educa para que conozca y sepa de su funcionamiento corporal, toda la educación va encaminada a la mente intelectual. De ahí que el cuerpo se convierta en tabú y como consecuencia todo lo concerniente a las sensaciones y emociones se bloquea, contaminando la sexualidad de culpa y represión.
Para desarrollarnos y crecer como personas sexuadas que somos es importantísimo tener un conocimiento, en este caso, de nuestro cuerpo y de nosotros mismos, dos puntos, que debido al modo de vida de nuestra sociedad que da más importancia al tener que al ser, quedan relegados exclusivamente a cuando estamos enfermos.
Mientras que el sexo es biológico, la sexualidad humana es un campo muy amplio; es la capacidad para expresar sentimientos y emociones como el amor, para crecer como personas y enriquecer nuestro espíritu, es sensualidad y creatividad.
La sexualidad también es fuerza de vida. Es el modo más íntimo que tenemos para comunicarnos con el otro, es la posibilidad de sentir, tocar, contactar, dar, recibir y entregarse.
Esta comunicación queda bloqueada por el desconocimiento corporal y emocional de nosotros mismos. Al estar desconectados de nuestros cuerpos también lo estamos de nuestra sexualidad. Al no ser conscientes de nuestras vivencias, sentimientos, sensaciones y necesidades favorecemos nuestros bloqueos, desensibilizándonos, lo que nos dificulta la entrega en las relaciones humanas.
La sexualidad humana se organiza en la realidad corporal y con ella se expresa. El cuerpo en toda su extensión es la cuna de la sexualidad, sensualidad y del placer. Si queremos disfrutar de una sexualidad placentera debemos ser investigadores de nuestro propio cuerpo.
El mundo sensual, de los sentidos, nos ayuda a despertar la curiosidad, imaginación y es más amplio que el sexual.
No podemos hablar de cuerpo y sensualidad sin hacer una referencia a nuestros sentidos: vista, gusto, oído, tacto y olfato y a lo espiritual; sin ellos no nos podemos relacionar con el mundo que nos rodea; tenemos que despertar los sentidos y desbloquear zonas corporales que nos impiden vivir la sexualidad con sensualidad. Y en el caso de los niños y jóvenes procurarles su desarrollo.
El cuerpo es una realidad sensible que al conocerlo y quererlo nos hará brotar nuestra propia fuente inagotable de sensaciones y fantasías en las que podemos vivir lo intangible y sentir lo inexplicable.
Al reconocer los límites y los bloqueos corporales estaremos descubriendo aquello que nos imposibilita una conexión auténtica con nosotros mismos y a la vez nos dificulta el contacto con el otro.
Para tener conciencia del cuerpo se necesita un enraizamiento, algo que nos sustente en el aquí y ahora, y en nuestra cultura se ha elegido el camino contrario, el de no enraizamiento, el de vivir en base a ilusiones, entendiendo ilusión como percepciones falsas. El sobrevivir en la ilusión implica olvidarse del cuerpo, de uno mismo, con toda la atención en el exterior, lo que no permite Vivir. Enraizarse es conectarse con la propia realidad, con nuestro presente inmediato, es sentir que somos un cuerpo energético, solo ello nos permitirá vivir sensaciones reales desde nuestro interior y por tanto vivir una sexualidad plena.
El primer paso para salirse de la ilusión es el enraizamiento o lo que es lo mismo tener conciencia corporal, conectarse con el cuerpo, vivir a través de él uniendo mente y cuerpo.
Cuando uno está conectado con su cuerpo permite la posibilidad de que las energías fluyan, se armonicen y se integren, pudiendo dar paso así a vivir el potencial humano que cada uno tenemos.
El hombre actual percibe su cuerpo de modo incompleto, en cuanto a zonas corporales se refiere. Le cuesta reconocer las zonas donde la energía no le llega, no las puede identificar porque está acostumbrado a la tensión y rigidez corporal. Sólo aprende a relacionarse con y desde el exterior y se olvida de la relación con y desde el interior. La falta de conexión con el cuerpo, el no prestarle atención, es causa de enfermedad. Siendo la enfermedad el único instrumento válido para contactar con el cuerpo, es decir la persona sólo se da cuenta de que es un cuerpo cuando enferma.
La inconexión también nos conduce a la represión de emociones, muchas veces ni si quiera reconocidas, convirtiéndose en resistencias ante la vida lo cual es fuente de perturbaciones psíquicas pudiéndose manifestar a la larga en enfermedades.
Durante la infancia vivimos, respiramos y nos movemos con mayor libertad y espontaneidad, el niño está en armonía con sus sentimientos, está conectado con su cuerpo lo que le permite SER. En este periodo de vida sus energías no están contaminadas por lo que no han sido bloqueadas y por tanto la sensibilidad está a flor de piel haciéndole posible la percepción de sensaciones y emociones reales.
A medida que crecemos, en edad, perdemos esta conexión entre sensaciones-sentimientos-cuerpo y la persona se va alejando de su centro. Se pierde la armonía energética y la integridad.
En todo este proceso de desconexión contribuyen en gran medida la herencia cultural, la educación, y la modernización entre otros. Poco a poco se puede observar como el cuerpo pasa a ser un extraño que nos acompaña a todas partes.
La educación
La educación está dirigida hacia el no sentir, por lo que el niño se ve obligado a edificar una coraza emocional creyendo que es el antídoto para no contagiarse de los males de esta sociedad. Según Wilhelm Reich y Alexander Lowen todo ello se manifiesta con tensión por lo que la energía queda obstruida y crea un impedimento para la natural percepción de las sensaciones.
A través del contacto con el cuerpo y a través de los sentidos recuperamos el impulso natural de lo instintivo que poco a poco fue castrado o reprimido.
Recordemos que la sexualidad humana es una dimensión que tiene que ver con nuestra forma de ser y estar en el mundo. Si estamos rígidos nuestra sexualidad será rígida, no fluirá espontánea ni libremente.
En nuestro cuerpo queda impresa toda nuestra experiencia vital, tanto lo agradable como lo desagradable. Nuestros cuerpos memorizan las vivencias y los sentimientos asociados a casa experiencia, de manera que si se vuelve a presentar dicha situación, vendrá acompañada de las sensaciones y emociones experimentadas en las vivencias anteriores. A través de nuestra memoria emocional y de toda nuestra experiencia vital, archivada en el cuerpo, nos vamos configurando físicamente, configuramos nuestra estructura corporal. Así como somos por dentro somos por fuera. Nuestro cuerpo se expresa a través de sensaciones, emociones, sentimientos, pensamientos y movimientos, de ahí que si aceptamos nuestro cuerpo nos aceptamos a nosotros mismos como la totalidad que somos; si rechazamos nuestro cuerpo, creamos malestar negándonos así nuestro propio crecimiento y bienestar.
Ser conscientes de nuestro potencial corporal nos da una mayor amplitud expresiva, y podemos aumentar la creatividad, dos elementos importantes en la sexualidad.
Nuestros cuerpos, hablan, dialogan, se expresan si están conectados con la realidad, aquí y ahora, de lo contrario se pierden en el intento.
La bionergética de A. Lowen
Lowen (1990): La bioenergética es “una técnica terapéutica, cuyo objeto es ayudar al individuo a recuperarse juntamente con su cuerpo y a gozar en el mayor grado posible de la vida corporal. En este campo de interés sobre el cuerpo se incluye la sexualidad, que es una de sus funciones básicas. Pero además comprende las funciones más fundamentales todavía de respirar, moverse, sentir y expresarse a sí mismo”.
Respecto a las funciones básicas Lowen nos dice que el que no respira, el que no se mueve, el que no siente, y el que tiene obstaculizada la expresión de sí mismo; reduce, restinge y constriñe la vida de su cuerpo.
La presuposición que resume el principio básico de la bioenergética es “Tú eres tu cuerpo”. Tu cuerpo es tu modo de ser en el mundo. Cuanta más vida tenga tu cuerpo más estás en el mundo. La actitud que tiene una persona en la vida está reflejada en cómo se mueve.
Las principales ideas de la bioenergética son:
- Unidad dinámica del cuerpo humano: todas las funciones del hombre somáticas y psíquicas son efecto de la energía vital, que puede aumentar y/o disminuir por trastornos o mecanismos internos o del medio ambiente. Si por razones internas o externas alguna función somática queda restringida o alterada por falta o exceso de energía las funciones psíquicas estarán también alteradas ya que el organismo humano trabaja como un todo.
- Unidad cuerpo mente: la mente y el cuerpo funcionan como dos entidades distintas y con independencia propia pero al mismo tiempo interconectadas y unidas. El individuo a través de su mente puede dirigir su atención hacia su cuerpo o hacia lo que le rodea. Cuando dirige su atención al exterior la experiencia que en realidad le llega es su efecto en el cuerpo, por tanto la experiencia es un fenómeno corporal, sólo se experimenta lo que tiene lugar en el cuerpo. Primero se experimenta y luego se analiza. En este sentido lo que siente y piensa un hombre puede leerse en la expresión de su cuerpo.
- Principio de placer y principio de realidad: la vida se orienta hacia el placer y huye del dolor. A nivel corporal el placer fomenta la vida y el dolor se vive como una amenaza para el organismo. El principio de realidad opuesto al principio de placer exige cierto grado de tensión y aplazamiento del placer de acuerdo a los requerimientos del exterior, a cambio promete obtener mucho más placer o evitar el dolor. Tanto el placer como la realidad dependen del estado energético del cuerpo. La motilidad es necesaria para involucrarse en la realidad. Lowen define el placer como la percepción de un movimiento expansivo en el cuerpo (exploración, extensión, toma de contacto). Y el dolor es la consecuencia de la presión creada por la energía de un impulso que se encuentra bloqueada.
Trabajo corporal bioenergético
Se trabaja con el cuerpo mediante el contacto físico, la respiración, el movimiento expresivo y la postura. Con el objeto de elevar la energía y eliminar los bloqueos de todo el cuerpo.
Las principales técnicas son la respiración, los ejercicios bioenergéticos, el masaje y la meditación.
La respiración:
En nuestra cultura observamos como la mayoría de la gente respira superficialmente sin ser consciente de ello y con cierta tendencia a contener el aliento.
La respiración es la que nos permite tomar conciencia con el interior y poder expresarnos emocionalmente.
Se pretende recuperar el modo natural de respiración, la del niño, la respiración que abarca todo el cuerpo.
La respiración está directamente relacionada con el estado de excitación, ante un cuerpo relajado vemos una respiración lenta y fácil, ante un cuerpo tenso, superficial.
Si somos conscientes de nuestra respiración obtendremos más información de cómo está nuestro cuerpo. Respiración-sensibilidad y movimiento van en consonancia. En muchos casos, y debido a los cánones de belleza imperantes en nuestra sociedad observamos individuos con vientres rígidos, el hecho se no sentir esta parte del cuerpo nos indica que la persona reprime sensaciones sexuales placenteras.
Ejercicios bioenergéticos:
La toma de tierra: Tomando tierra la persona tiene un lugar en el espacio, es alguien. Este ejercicio es una forma de insuflar a la persona fuerza y vitalidad.
Masaje:
Generalmente se dividen en dos categorías:
- Masaje suave de relajación: Se utiliza para soltar rigidez y para dar calor y energía.
- Masaje fuerte y profundo: que se utiliza para disminuir o eliminar las tensiones del cuerpo y aflojar la fascia que envuelve el músculo limitando su movimiento e impidiendo el libre flujo energético.
Meditación: Meditaciones en movimiento y en quietud para integrar mente y cuerpo.
Los 5 sentidos
Los sentidos son los receptores sensoriales de nuestro cuerpo y su función es la de traducirnos todo lo que acontece en el exterior, produciendo en nuestro interior una serie de sensaciones y emociones positivas o negativas, según sea la vivencia asociada a ese determinado sentido.
Los sentidos están íntimamente ligados con la comunicación y con el placer.
Desde el nacimiento estamos en contacto con y utilizando nuestros cinco sentidos. Tocamos nuestro cuerpo y también lo que está fuera de nosotros. Siendo esta la manera que tenemos de diferenciar lo que pertenece a nuestro cuerpo de lo que está fuera.
A medida que crecemos, y debido a la educación, o sea a los introyectos (mensajes tragados) que vamos recibiendo, empezamos a abandonar algunos de nuestros sentidos, sobre todo aquellos que implican más contacto físico y/o emocional como el gusto, el tacto y el olfato.
La Vista
Es uno de los sentidos que más desarrollamos. Es como nuestra tarjeta de presentación y el primer sentido que utilizamos en el encuentro con otra persona.
A través de la mirada expresamos mucho, estados de ánimo, sentimientos de agrado o desagrado, de rechazo o aceptación, seducción, deseo sexual, etc. Por ello resulta difícil ocultar nuestro estado de ánimo y sentimientos.
Muchas veces lo que sentimos y vivimos no concuerda con los introyectos o con las normas “correctas” de la sociedad, haciendo que se nos atrofie la capacidad erótica desde la perpeción visual.
El Olfato
Las partes del cerebro que detectan los olores son las mismas que detectan las emociones y la memoria, es por ello que algunos olores pueden desatar en nosotros fuertes respuestas emocionales relacionadas con vivencias pasadas.
Es el sentido que tenemos más desarrollado al nacer, a través del olor corporal reconocemos, cuando somos bebés, a nuestra madre o a otra figura de apego.
Cada persona tenemos nuestro olor característico al igual que cada zona del cuerpo. Y nuestro olor puede producir atracción o rechazo en el otro. El olor despierta el deseo y es un gran estímulo erótico.
El Oido
El ritmo vertiginoso que llevamos nos impide escuchar todos los sonidos que nos rodean y por ello no dejamos que entren en nuestro interior y contacten con nuestras emociones. Al igual que también olvidamos escucharnos a nosotros mismos.
El lenguaje verbal va unido a este sentido y es nuestro principal medio de comunicación y expresión: en la infancia nos expresamos con sonidos que expresan nuestro estado emocional, como el llanto o la risa.
Si embargo esto cambia en la edad adulta, por la educación y los introyectos (no se nos puede oír llorar, gritar de placer..).
El Tacto
Es el sentido más rechazado y menos desarrollado.
El contacto físico es el que más necesitamos para nuestro bienestar físico, psíquico y emocional.
En las relaciones sexuales es la forma que tenemos para explorar nuestro cuerpo y el de la otra persona; y es a través del tacto que podemos expresar lo que sentimos y alimentarnos afectivamente.
De niñ@s somos los expertos del contacto, pero a medida que crecemos nos convertimos en verdaderos analfabetos del contacto y las caricias.
Lo utilizamos siempre, aunque casi nunca somos conscientes de qué estamos tocando, cómo lo tocamos y para qué lo tocamos; quedando así relegado a mero instrumento en contacto con los objetos, no utilizado mayoritariamente en forma afectiva.
La Piel
Es el mecanismo de transmisión del ser humano. De piel a piel fue el contacto con nuestras madres. Si la piel tiene un lenguaje, este es el de la ternura y la sensualidad.
El contacto y la estimulación de la piel son fundamentales para la sexualidad; la piel habla un lenguaje diferente, nos habla de texturas, temperaturas, tersuras, olores, gustos y sobretodo vibraciones energéticas que nos van a despertar toda una gama de sensaciones, emociones y estímulos sexuales.
La piel tiene registros de caricias y contactos memorizados, de personas que alguna vez nos quisieron y que nos hicieron sentir amados. Sabemos que la piel y el cerebro, la piel y el sistema nervioso, la piel y los sentidos, tienen un origen embriológico común, con lo cual, la dermis no solo es una cubierta sino algo donde se reciben las sensaciones afectuosas, placenteras, agresivas o dolorosas.
El gusto
Utilizar el gusto en nuestras relaciones nos posibilita el poder tener unas vivencias eróticas sin límites.
Para un vivenciar pleno es necesario estar conectado con los cinco sentidos.
Así pues los sentidos son los instrumentos que nos llevan a abrirnos al placer.
Acariciar y ser acariciado
Es una necesidad, instinto arcaico, para nuestro equilibrio emocional.
Psicológicamente constatado que las personas que no recibieron caricias en su infancia tienen dificultad para dar y recibir afecto y en la expresividad de sus emociones, al igual que una tendencia a rehuir a cualquier tipo de contacto, y por supuesto el sexual. La incapacidad de tocar y ser tocado conlleva problemas de comunicación, al mismo tiempo que una mala gestión de la agresividad.
Para vivir una vida y sexualidad plenas deberemos de descubrir y reconocer los tabúes, límites y bloqueos, que nos imposibilitan una conexión auténtica con nosotros mismos y con el otro.
Solo con que nuestra piel tuviese un poquito más de conciencia ya estaríamos un poco más cerca de nosotros mismos.
El Contacto
El contacto y el autocontacto son dos necesidades primordiales para el ser humano, por tanto indispensables para su desarrollo.
La única herramienta con que contamos al nacer es el contacto, principalmente con nuestra madre, a través de éste nos provee de cuidado, protección y sostén. A partir de estas primeras señales sensoriales de bebés, percibimos no sólo señales táctiles sino también emocionales, construimos nuestro ser. La ausencia o presencia de estos primeros contactos y su vivencia determinarán el modo de relacionarnos en la adultez.
El contacto en las relaciones
A través del contacto nos relacionamos.
La toma de contacto es el proceso mediante el cual podemos lograr cambios a partir de la experiencia.
Crecer es sinónimo de contacto, y apropiarse o rechazar lo nuevo sería lo que provoca el cambio.
El contacto solo sucede en el darse cuenta, en el presente, en el aquí y ahora.
El contacto lo establecemos a través de todo el sistema sensorial, a través de los sentidos principalmente.
El contacto es un proceso permanente. Para poder hablar de contacto sano la persona debe adquirir un compromiso consigo misma, es decir un autocontacto sano, y con su ambiente, y también reconocer siempre sus límites.
El límite es un proceso dinámico que nos permite contactar o separar. El ser humano existe cuando hace contacto con otro o cuando se diferencia de otro.
Si el límite entre el sí mismo y el otro no está claro, es difuso, la posibilidad de un contacto sano disminuye.
Para la terapia Gestalt la frontera de contacto es el órgano de una relación concreta entre el organismo y el entorno. Es el punto donde podemos experimentar el yo en relación con el no yo.
La frontera del yo está configurada por todas las vivencias que la persona ha tenido y también por las aptitudes que tiene para asimilar las nuevas experiencias.
Es ante la emergencia y el excitamiento que la persona puede ampliar su frontera habitual.
Funciones del Contacto
Mirar: Aunque dos personas miren lo mismo su base vivencial dotará a la experiencia de contenido.
Escuchar: Al tomar contacto en la escucha atenderemos más a los sonidos, el tono que a las palabras.
Tocar: Supone contactar. Es un acto de compromiso y muchas veces lo evitamos.
La palabra y la voz: A través de ambas entramos en contacto.
Gustar: La lengua y la boca nos permiten contactar con el exterior. Debido a la moral el gusto queda relegado como placer dionisiaco. El gusto estimula y recompensa la acción de comer.
Oler: Es la función sensorial más primitiva. A través de la nariz contactamos con el exterior.
Autocontacto
Antes de entrar en contacto con los demás sería prioritario entrar en contacto con uno mismo, a través del autocontacto.
A través del autocontacto aprendemos a reconocer nuestro propio cuerpo.
Al nacer el autocontacto está dirigido hacia la molestia (me pica un ojo..) y la exploración. Si en esta primera etapa al bebé se le permite esta exploración, a través de la cual conecta con el placer, continuará en su curiosidad de seguir tocándose y consecuentemente tal vez pueda encaminarse hacia una sexualidad sana.
Llegada la pubertad, el adolescente que ha continuado con una autoexploración saludable podrá desarrollar una curiosidad más amplia sobre su cuerpo y por tanto sobre su respuesta sexual ante impulsos sexuales.
Esto no quiere decir que tenga que ser así, puede tener influencias sociales que le despierten dudas, miedos ante una relación sexual, que le van a condicionar y no le van a permitir expresarse como es y tampoco exponer claramente sus límites y necesidades. Si estos condicionantes son algo puntual, y sigue en su desarrollo hacia la madurez con una actitud de exploración sana podrá seguir el camino hacia la madurez sexual.
En el caso de que al bebé se le prohíba la autoexploración y posteriormente al niño no se le eduque en la posibilidad de la existencia de una autoexploración, no desarrollará un interés por conocer su propio cuerpo, por tanto en la pubertad el autocontacto estará dirigido más hacia un proceso de carga y descarga sexual obviando al cuerpo en su totalidad y centrándose únicamente en la genitalidad. Esto conllevará a no tener un conocimiento de sus partes erógenas más sensibles, una sexualidad limitada, y a la hora de tener una relación sexual, a no poder comunicar cuáles son sus límites, necesidades y molestias.
Una vez en la madurez se habrán creados falsos contactos, manteniendo relaciones sexuales sofisticadas, no genuinas.
La masturbación es la forma de autocontacto por excelencia.
Las Emociones
La emoción es un conjunto de respuestas del organismo ante un estímulo externo o ante un recuerdo.
Los aspectos emocionales con las experiencias cognitivas configuran la mente.
Berne E. distingue entre emociones auténticas: propias del niño, innatas y emociones sustitutivas: aquellas que no aceptadas por el entorno del niño éste las sustituye por otras que son aceptadas.
Las emociones sustitutivas con un sucedáneo emocional, y casi siempre tienen un carácter manipulador, para tapar una respuesta emocional no permitida.
Al sustituir la emoción real por una socialmente aceptada el niño se confunde, no coincide lo que siente con lo que expresa. En consecuencia, al no poderse expresar genuinamente la situación o gestalt queda abierta y el niño insatisfecho.
El campo emocional es un campo de energía que envuelve todo el cuerpo y está compuesto por sentimientos, emociones y deseos. Tiene dos funciones:
1) Hace que se den las sensaciones, convierte los estímulos que recibimos en sensaciones.
2) Hace de puente entre el cuerpo y la mente: pensamiento-sensación-emoción-movimiento.
Un sentimiento es un estado emocional que se caracteriza por su estado de equilibrio. El sentimiento se produce y se siente en la región del tórax (zona cardiaca, afectiva).
Una emoción es una alteración del estado emocional. Se produce y siente en la región del abdomen (plexo solar, emocional). Una emoción indica que hay una gestalt abierta.
Si la respuesta emocional en cuanto expresión, petición y acción satisface nuestras necesidades la gestalt se cierra y la emoción remite y podemos seguir avanzando y creciendo. En caso de no completarse nuestras necesidades la gestalt se queda abierta y activa en espera de resolverse, y nosotros atascados en esa situación sin avanzar.
Los bloqueos emocionales se traducen en corazas emocionales como medio de supervivencia.
Algunas de las principales resistencias ante la liberación emocional son: bloquear la respiración para no sentir, cerrar la boca para no liberar la emoción a través del sonido, lordosis en el cuello para no perder el control mental, cerrar el abdomen para contener las emociones, etc.
Para Maturana la emoción define la acción. Las emociones no se expresan se viven. No es la razón la que nos lleva a la acción, es la emoción. Para él el sentimiento nace de la conciencia y tiene que ver con el vínculo con el otro. La emoción no consciente no es sentimiento. Al bloquear una emoción bloqueamos todo nuestro sistema energético. Para Maturana cuando un toma conciencia de una emoción se torna en sentimiento.
Las principales conductas asociadas a cada emoción, son:
- Alegría – Ir hacia el otro
- Tristeza – Meterse en uno mismo
- Rabia -Agredir física y/o verbalmente
- Miedo -Huir o atacar
Desde la Gestalt existen dos puntos a destacar:
1) Tomar conciencia de la necesidad, darse cuenta, reconocerla.
2) Gestionar la necesidad, y ahí es cuando aparece el otro.
El movimiento corporal es el principal artífice para que puedan expresarse las emociones. Para que un trabajo emocional sea efectivo y provoque un cambio se tiene que movilizar el cuerpo, tiene que hacer un darse cuenta, un reconocer la emoción que se tiene y después acompañarlo de la expresión verbal; sólo de esta forma las transformaciones quedan impresas en nuestro cuerpo y duran en el tiempo.
Mi trabajo: Contacto, Conciencia e Integración
Psico-Corporal
Psico-Corporal
Mi trabajo consiste en desarrollar una mayor conciencia corporal, integración Psico-Corporal, contacto con uno mismo y con el otro, aceptación y un mayor grado de presencia y de vitalidad.
¿Cómo?: Desarrollando la respiración, el arraigamiento, la capacidad de percibirse y de darse mayor cuenta del cuerpo, del estado, los límites, y de todo el cuerpo como la unidad corporal que es. Así como el desarrollo de una nueva expresión y movimiento corporal.
A través del:
- Masaje Gestáltico: es un masaje suave de tipo sensitivo e integrativo, con el que aflojamos las tensiones físicas, energéticas y emocionales, desarrollando una mayor conciencia de ellas, procuramos calor y energía y una mayor y global conciencia corporal.
- Relajación: para tomar conciencia de las tensiones, para soltarlas, aprender a aflojarlas y tomar una mayor conciencia de ellas.
- Visualización creativa y corporal: de estados y síntomas corporales con los que ampliar la conciencia corporal y del problema. Y de lugares y estados que nos procuran bienestar y nos ayudan a armonizarnos e ir hacia una visión y estado más positivo para uno mismo.
- Bioenergética: favorece un mayor arraigamiento, la suelta de tensiones físicas, energéticas y emocionales, dejando más energía a disposición.
- Y otras técnicas gestálticas: como el dibujo, trabajo con arcilla y/o plastilina, diálogo con partes del cuerpo, movimiento corporal, etc. que favorezcan la toma de una mayor conciencia corporal, expresión, contacto e integración.
El trabajo lo desarrollo a nivel individual y grupal.
Como apoyo al o parte del tratamiento terapéutico.
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Presentación-resumen basado en la tesina “Sexualidad y Gestalt” de Magdalena Verd Ferrer, Valencia 2010.
Definición del “Enfoque Gestáltico” recogida del libro “La Terapia Gestalt. Su práctica en la vida cotidiana”. De Georges Pierret. Mandala ediciones. Dilema editorial.
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